martes, 25 de abril de 2017

Batalla del Río Silario

Antecedentes: los rebeldes, comandados por Espartaco, fueron saqueando el sur de Italia, con esto, el senado romano le encargo al rico y poderoso Marco Craso acabar con la rebelión de gladiadores, éste ayudado por Mummio, que queriéndose llevar toda la gloria de vencer, atacó a Espartaco sin casi tropas y ninguna posibilidad de ganar al rebelde.
Debido a este acontecimiento, Craso dio orden de realizar la decimatio (la ejecución de uno de cada diez hombres a golpes por sus compañeros).
Después de esto, Craso se dedicó a perseguir a los rebeldes por el sur de Italia, y los rebeldes, acorralados se encerraro en el estrecho de Mesina.
Sin embargo, en esos momentos Cneo Pompeyo Magno volvía de Hispania tras derrotar a Quinto Sertorio con siete legiones y procónsul Marco Terencio Varrón Lúculo desde una exitosa campaña en Tracia. Craso, quien deseaba la gloria de la victoria, vio que esto estaba en riesgo ya que tendría que compartirla con quien llegara primero a auxiliarlo. Cuando Espartaco intento terminar la guerra negociando el romano se negó, por lo que el jefe rebelde ordeno romper el cerco. Tras varios intentos fallidos finalmente lo lograron, pero solo una parte de estos escapo.
Los que quedaron huyeron a las montañas de la comarca de Petelia.  Ahí, al parecer, una fuerza de veinte mil rebeldes al mando de Cánico y Casto se separó del grupo principal; la mitad de ella fue aniquilada cerca de un lago de Lucania, lo que debilitó aún más al ejército rebelde. En esos momentos la disciplina y cohesión de la tropa rebelde empezó a romperse y muchos se dispersaron. Cansado de huir, Espartaco y sus seguidores decidieron plantar cara a Craso en una planicie cruzada por el río Silario 
Ambos ejércitos estaban en la planicie acampados, los treinta o cuarenta mil esclavos supervivientes en la parte superior y los cuarenta mil romanos en dos campamentos en la inferior, separados por el pequeño cauce. En ese momento Craso ordenó a algunos de sus hombres ir a buscar madera para terminar las obras cuando estos entablaron combate con los exploradores de Espartaco. Pronto el combate se generalizó ya que ambos bandos solicitaron refuerzos.
Antes de la misma le llevaron su caballo a Espartaco, y él lo mató con su espada, diciendo: «si venzo, no me faltara otro; si soy vencido, no lo necesitaré». Decidió combatir a pie con todos los demás.
La batalla se inició sin que nadie la esperara, pero rápidamente Craso organizó a cada una de sus legiones en tripex acies (una primera línea de cuatro cohortes más dos líneas de tres cada una atrás). Mientras sus enemigos se organizaron en varias unidades para la defensa del campamento. En el combate cuerpo a cuerpo a campo abierto los romanos, más disciplinados y mejor equipados, mostraron su superioridad y los rebeldes empezaron a sufrir terribles bajas.
Finalmente Espartaco atacó con todo un flanco de los romanos pero estos resistieron y cuando intento matar con su propia mano a Craso quedó rodeado de romanos y, probablemente, ahí fue cuando murió. Fue entonces que los romanos empezaron a avanzar subiendo la ladera, arrollando a los esclavos, que fueron empujados contra su campamento para terminar rompiendo filas y huir siendo perseguidos y masacrados.

Batalla del río Silario
la tercera guerra servil
Last battle-es.svg
Últimos movimientos de la guerra: bloqueo de Craso (X), escaramuzas (1) y combate final (2).
FechaAbril del 71 a. C.
LugarRío Silario, cerca de Petelia, actual Stongoli, sur de Italia
ResultadoDecisiva victoria romana.
Beligerantes
Gladiadores rebeldesRepública de Roma
Comandantes
Espartaco†Marco Licinio Craso
Fuerzas en combate
Cálculo moderno:
60 000 rebeldes
Cálculo moderno:
30 000-40 000 rebeldes
Total:
40 000 legionarios y auxiliares
Bajas
Cálculo moderno:
40 000 -60 000 muertos
6000 prisioneros
Cálculo moderno:
25 000-30 000 muertos
6000 prisioneros

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